Colapsos en urgencias

Publicado por Hospital Juan Cardona el 14 de marzo de 2018 12:08:04 CET

No vamos a descubrir nada si hablamos sobre los colapsos en Urgencias de los hospitales públicos. Asistimos cada vez más impasibles e indiferentes a la realidad reflejada cada día en los medios de comunicación de sobre largas horas de espera en los pasillos en condiciones nefastas y en desenlaces fatales al no recibir asistencia a tiempo. Hoy queremos analizar los motivos más importantes por los que se produce esta situación:

  • El principal motivo viene dado por los importantes recortes que ha sufrido (y sigue sufriendo) la sanidad pública. Normalmente, se culpa a los médicos y al personal sanitario por las situaciones, muchas veces lamentables que se viven en los servicios de urgencias. Debido a la reducción de presupuesto, muchos profesionales se ven obligados a realizar maratonianas jornadas de guardia en los servicios de urgencias, lo que indudablemente redunda en perjuicio del rendimiento, la salud y el humor del profesional que finalmente sufre el paciente que tampoco acude a urgencias en las mejores condiciones.
  • Las necesidades de los enfermos crónicos. Si es usted mayor y llama al 061 por algún motivo es posible que acabe ingresado. El perfil de persona mayor, que hoy vive más pero presenta más problemas crónicos, es el paciente que realmente colapsa el sistema. Somos muchos los que pensamos que que hay muchos ingresos innecesarios y podrían evitarse destinando más recursos a la atención primaria. En muchos casos, con una primera asistencia ambulatoria de urgencia  y un seguimiento domiciliario del proceso sería más que suficiente para resolver la mayoría de los casos. Esto también evitaría que los mayores sufrieran largas esperas en pasillos.
  • La infravaloración de la atención primaria. Son muchos los que todavía consideran el servicio de urgencias ambulatorio como «de segunda clase». En realidad, está integrado por profesionales competentes perfectamente cualificados para realizar el primer diagnóstico y valorar si la urgencia que tienen delante es o no ambulatoria. En favor de la atención primaria diremos que los tiempos de espera en urgencias son más reducidos que los del hospital, que los médicos hacen jornadas más cortas y por tanto están en mejores condiciones que sus colegas hospitalarios y pueden realizar el seguimiento domiciliario del enfermo si considera que la hospitalización no es necesaria.

Al final, este escenario repercute en el prestigio de los profesionales de la sanidad pública y en el creciente malestar de los ciudadanos que tienen que vivir situaciones lamentables cuando acuden a urgencias. Por desgracia, la situación no tiene visos de mejorar a medio plazo.

Como alternativa, el Hospital Juan Cardona ofrece un servicio de urgencias con una espera media de 20 minutos, los mejores profesionales a su disposición y por menos de lo que imagina.

 

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